martes, 29 de marzo de 2011

"Belleza..."

Siempre se me da por escribir a esta hora… Se ve que las musas se van de joda y rondan por ahí en busca de alguno… Escribo sin alguna emoción en particular. Es decir,  nos estoy deprimido, no estoy enamorado, pero si estoy vivo. Me siento vivo como pocas veces. Y eso es bueno.

"Siempre oí que tu vida entera pasa en frente de tus ojos un segundo antes de morir. Primero que nada, ese segundo no es para nada un segundo, se estira para siempre, como un océano de tiempo. Para mí, fue estar echado de espalda en el campamento de Boys Scouts, viendo las estrellas fugaces caer. Y las hojas amarillas de los árboles de arce alineadas en nuestra calle. O las manos de mi abuela, y la forma en que su piel se me parecía al papel. Y la primera vez que vi el nuevo Firebird de mi primo Tony. Y Janie… y Janie. Y Carolyn. Supongo que podría estar enojado con lo que me pasó, pero cuesta cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la viera toda a la vez y es demasiado. Mi corazón se llena como un globo que está a punto de estallar... Y entonces recuerdo que tengo que relajarme y no intentar aferrarme a ella, y entonces fluye a través de mí como la lluvia y no puedo dejar de sentir gratitud por cada simple momento de mi estúpida y pequeña vida... No tienes idea de lo que estoy hablando. Pero no te preocupes... algún día la tendrás."

Belleza Americana (1999).


Muchas veces me interrogo a mi mismo por la finitud de la vida. En esos momentos en los que me encuentro a solas conmigo mismo es cuando se me vienen preguntas tan profundas. ¿Qué es la muerte?  ¿Qué sucede concretamente después de ella? ¿Qué dirá verdaderamente Chewbacca cuando habla? La última es todo un misterio. El blog es tan genial, me permito desvariar sin importar que alguien le irrite, si total nadie está obligado a leer ni es “tan público”.
Volviendo. ¿Quién no se ha hecho estas preguntas? Y el problema es que las personas tratamos de buscarle una explicación racional a todo. Y no está mal, si lo desconocido nos asusta y nos molestan las cosas que nos asustan, por ende queremos develar la cuestión.
Lo cierto es que uno no sabe cuando ni cómo va morir. En este momento puede ser que un avión entre por mi balcón y deje inconcluso este pensamiento o puede que no. Se van a enterar si lo posteo. Por suerte no vivimos perseguidos sobre el momento de nuestra muerte. Es más, creo que nos sorprende en el momento menos pensado. Y ya me veo ahí… con cara de “yo no fui” en el instante en el que sorpresivamente atravieso un parabrisas. Y en ese instante eterno estoy seguro que en algún lugar voy a divisar a La Parca (así como aparece en las películas) golpeando desaforadamente la pared con la palma de la mano gritando “¡Pica Mariano!”. Después pueden pasar muchas cosas. Ninguna de las cuales uno puede estar seguro.  ¿Qué pasa cuando cerras los ojos por última vez? Los católicos suponemos que vamos junto al Padre. Por mi lado pienso que eso se puede interpretar de varias maneras. Lo cual me sugiere otras preguntas. ¿Se sigue SIENDO? ¿Cómo es entonces ese SER? Porque si hay algo que podemos estar seguro es que va a ser distinto a la vida terrenal que vivimos. Llega un punto que ante la naturaleza oculta de la muerte uno se termina frustrando y desiste en el pensamiento.
Por otro lado pienso que no importa como o cuando morís, sino como vivís. La muerte debe ser una de las pocas cosas para la que no existe preparación alguna, pero creo que si en vida uno logró las metas que se fue fijando, fue dándole un sentido a todo lo que hacía y vivía, probablemente afronte con mas serenidad el momento de su muerte. Como quien sabe que hizo lo que tenía que hacer. Con esa paz del que no debe nada. Y sabiendo reconocer lo hermosa que es la vida y todas las posibilidades que nos dio y que nos da. Poder contemplar la belleza del rostro de otra persona, de sentir el calor de su proximidad o experimentar como sus palabras viajan directamente al alma y me develan un mundo de sentimientos que nos hace ver la vida con otros ojos. Porque creo que en el amor la persona se encuentra en intimidad con el otro, trasciende la persona física para contemplar el ser espiritual, lo más esencial y puro de la existencia. Y en ese amor (no sólo el de la pareja) es donde se entiende la belleza de la vida y la muerte parece muy lejana. A eso se refiere Kevin Spacey en Belleza Americana (la volví a ver hoy por décima vez más o menos) cuando habla de la belleza. “Y entonces recuerdo que tengo que relajarme y no intentar aferrarme a ella, y entonces fluye a través de mí como la lluvia y no puedo dejar de sentir gratitud por cada simple momento de mi estúpida y pequeña vida”. Creo que en ese momento, en ese segundo interminable uno está más allá de todo. Y al contemplar esa belleza que formó parte de nuestra vida y entenderla como autorrealización y no como algo que pierdo o dejo es lo que da tranquilidad y nos permite “dejar que fluya como la lluvia” y agradecer por todo lo vivido. Agradecer sinceramente, sin esperar que venga algo más o que nos den otra cosa. Las personas irremediablemente tienen una porción de egoísmo y egocentrismo. Y pedimos y queremos. ¿Qué queremos? La tumba majestuosa, el Palacio de Cristal del Hacedor, el Perfecto y Sempiterno Orden. ¿Y que hubiera pasado si no hubiéramos imaginado o no nos hubieran hablado de estas promesas? No pediríamos nada… Y hubo y hay gente que no pidió nada de esto… sino que enfocaba sus esfuerzos en otras cosas. En luchar por ideales y principios en pos de los demás.
Es decir, no creo que haya que estar pendiente de ganarse el cielo o la salvación (o lo que se crea según la religión). Hay que vivir fiel a los principios que se ostentan sin ser indiferente a la belleza de la vida que nos rodea. Y esa belleza básicamente está en los demás. En el llanto, en la risa, en el abrazo, en el golpe, en la mirada, en la palabra. En hombres, mujeres, niños y ancianos. El mundo entero es una vorágine de belleza que se ordena ante la contemplación de la misma bajo el amor.
Y al vivir la vida de esta manera, la muerte pasa a un plano casi insignificante, y eso que convivimos con ella. Por eso no basta con pensar en la muerte, sino que hay que tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre. Es así, no tratemos de entender lo inentendible, no intentemos barrer un sótano que es imposible de limpiar. Como dice la película al final, algún día lo entenderemos. Y sabemos cual va a ser ese día.
Por eso vivamos lo más intensamente que podamos, total, el cielo puede esperar.

“La vida son dos tragos y un porrón”. Un queridísimo amigo.

domingo, 13 de marzo de 2011

"Dejen soñar"

"Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a cualquier cómo." Fede Nietzsche.
Podría decir que por el momento han terminado los días de estudio... Por el momento. Realmente fue un maratón de lectura por los amplios espectros de la psicología. Y lo peor de todo es que me gustó. En este momento del día (en el que uno no sabe si está terminando de morir o recién está empezando) con la ayuda de Dead Can Dance (que genera tan buenos ambientes como los de Pink Floyd) hacía síntesis de un par de cosas que venía pensando desde hace rato.
"YO TMB QUIERO UNA VIVIENDA x PARTE DEL ESTADO, YO TMB QUIERO QUE ME ALIMENTEN, YO TMB QUIERO UN PLAN TRABAJAR SIN TRABAJAR, YO TMB QUIIERO UN PLAN JEFES DE HOGAR, YO TMB QUIERO EVADIR IMPUESTOS, YO TMB QUIERO UN LUGAR EN CAPITAL Y DEJAR DE ESTUDIAR PARA TENER UN PLAN JOVEN, AH !!! Y UNA NETBOOK !!!
Sin embargo, estudio y lucho para tener tooodo eso !!!
pegalo en tu muro POR UNA ARGENTINA MÁS DIGNA Y LABURADORA !!!"
 Esto es parte de un párrafo "de protesta" que alguien empezó a circular por Facebook y que pronto se convirtió en una cadena. Sería bueno antes de expresar mi parecer aclarar que no es mi intención hablar concretamente de política. Lo cual en sí es bastante complicado porque aún inconscientemente hacemos política. El punto es que quiero enfocarme en el trasfondo educativo del asunto.
Claramente esta “protesta” fue redactada por una de esas personas del montón que se limitan a meter a todos en la misma bolsa sin hacer distinción. El tipo de personas que muy probablemente jamás se haya acercado a algún barrio o alguna villa interesado en poder dar una mano a esta gente a la que se refiere. Por lo cual seguramente tiene un conocimiento demasiado limitado de sus acusaciones.
Todas estas personas que publican esta “protesta” (las cuales tienen acceso a una computadora con internet) quizás no tengan en cuenta de que estas personas a las que ellos se refieren darían lo que sea por haber nacido en una familia como la de ellos, en un entorno como en el que se desarrollan habitualmente con todas las facilidades que esto conlleva.
“YO TMB QUIERO QUE ME ALIMENTEN”. Eso también lo debe decir algún chico que no come todos los días probablemente muy cercano a nuestras vidas cotidianas. “Con hambre no se puede pensar” reza la canción de No te va a gustar. Esta comprobado científicamente que el aprendizaje se ve afectado por la falta de nutrientes que nos proporcionan la ingesta diaria de alimento. Por lo cual el aprendizaje y también en consecuencia el rendimiento del alumno se ve afectado. En la mayoría de los casos deriva en el abandonamiento de la institución escolar por parte del chico debido al retraso provocado por la carencia de los nutrientes necesarios. Esto nos hace pensar que ni el mejor docente del planeta podrá hacer un buen trabajo en esta situación.
Ahora bien, esto llevaría a una eterna discusión sobre aquellos que aprovechan lo que se les facilita como aquellos que no lo hacen. “Conozco un montón de personas que cobran los planes y no laburan”. Claro, y yo conozco otros tanto que si lo hacen y si trabajan. Y conozco a los que dejan de comer para que sus hijos puedan hacerlo y también a los que se privan del más mínimo placer para que sus chicos puedan asistir a una escuela. Aún así, es indispensable pedir una contraprestación (entiéndase como un servicio que debe una de las partes como compensación por lo recibido) y de esta forma poder educar en el trabajo. Porque es cierto que el hombre está determinado y condicionado por su entorno. Y también es cierto que hay gente que pretende sacar provecho haciendo el menor esfuerzo. Porque seguramente es lo que han visto y vivido constantemente en su entorno. ¿Quién no se siente orgulloso por algo que haya hecho con sus propias manos? ¿O que haya surgido de su creatividad? En este sentido, ese es el valor que la contraprestación le confiere al trabajo. El sentimiento de autorrealización y de superación. Ahora bien, esto es algo en lo que se debe insistir con determinación y con paciencia para poder así romper con las malas costumbres. Entiendo lo tremendamente controvertido de esto. Pero lo bueno es saber que si hay personas que quieren progresar y que cualquier ayuda que puedan recibir (sin perder de vista la contraprestación) les servirá.
Pero más allá de esto, personalmente pienso en educar para el futuro. Y en esta piedra fundamental que es la educación el sentido de la vida juega un papel importantísimo.
Dice una reconocida docente de la ciudad como lo es Liliana Sanjurjo que “el deber del docente es facilitar que el alumno pueda desarrollar al máximo aquello que más lo dignifica: la posibilidad de darle sentido a su propia experiencia personal”. El sentido de la vida es la primer fuerza motivante del hombre, es aquello que lo va a llevar a pelear por los ideales que considera justos. Hasta incluso puede aceptar morir por ellos. Para afrontar el sentido de la vida se debe hacerlo con responsabilidad ya que se responde con la vida y desde la vida misma. ¿Pero responsabilidad ante quien?  ¿Ante la sociedad? ¿Ante Dios? ¿Ante mi mismo?
Hacia el mundo en su totalidad supongo yo. Y eso significaría salir completamente de nosotros mismos. A lo que voy, como docente asumo que mi misión es poder ayudar al pibe a encontrarle un sentido a su vida, lo que lo va a llevar a pelear por lo que quiere, a trabajar, a estudiar, a meterle pilas a lo que haga, superando lo que le toque vivir. Y quizás ese éxito sea en parte gracias a la posibilidad de los planes de trabajo. Y con un pibe que haya zafado teniendo todas las de perder para mi es un logro.
Da pena que en la “protesta” haya tantos “YO”. Duele el “YO TMB QUIERO QUE ME ALIMENTEN”. Y molesta el “POR UNA ARGENTINA MÁS DIGNA”. Todos somos dignos por el hecho de ser personas. Lo que importa es como afrontamos y respondemos por esa dignidad.
Me juego por lo que quiero. Podré estar equivocado. Podré ser joven e idealista. Podré hasta sonar utópico. No jodan. Dejen soñar.

jueves, 3 de marzo de 2011

"Mis derechos terminan donde..."

3 de Marzo de 2011. 2:30hs. Mi tranquilo reposo se vió interrumpido por una serie de sonidos que en un principio no llegué a identificar. Al dejar casi en su totalidad el mundo de los sueños me doy cuenta. Claramente era un bombo, un redoblante y demás elementos del género, acompañado por un "coro" de voces desafinadas en clara efusividad. Lo primero que hice fue pensar a que Dios del Olimpo podía implorar para que me dé paciencia y de esa manera no salir al balcón e interrumpir a su vez la acumulación de energía potencial de cualquiera de mis macetas para que me ayude a poner orden. En un intento de reconocimiento agudizo el oído. ¿Eran estudiantes? ¿Hinchas de Central? ¿Trabajadores del Pronóstico Nacional del Clima? Imposible saberlo, todavía no estaban lo suficientemente cerca. "Quizás tenga suerte y doblen antes de llegar enfrente de casa". 
"La ilusión es la hermana menor del desengaño" decía el poeta Oliver Holmes. No fue la excepción. El día parecía no empezar de la mejor manera. La cacofonía proseguía esta vez justo debajo del edificio. Los instrumentos completamente desfasados uno de otro en una oda a la incompetencia. Y llegó el momento que me indigné. Silencio. Más silencio y de repente...
"¿Cómo es el ritmo?". "Ah, es fácil: negra,negra,semicorchea,corchea,negra". Esperé que el final de la frase fuera acompañada de una risa o algo similar, pero no. Silencio. Más silencio. Claro, ¿para qué romper el silencio cuando no tenés nada mejor que decir? Y de pronto, tímidamente se vuelve a iniciar el ruido. Euterpe (musa de la música) se debía estar dando azotes con su flauta procurando que el dolor le impida oír semejante negación musical.
"¡Esta es la barra de segunda!" graznaba la multitud interruptora de sueños. Una oleada de preguntas acudió a mi mente. ¿Porqué a esta hora? ¿Estos chicos tienen padres? ¿Estos padres, son idiotas?
Hipótesis 1: Pibe: "Mamá me voy al colegio a hacer ruido con los chicos".  Madre: "Ay ¿puedo ir con vos?
Hipótesis 2: Pibe: "Mamá me voy al colegio a hacer ruido con los chicos". Madre: "Zzzzzz..."
Hipótesis 3: Pibe: "Mamá me voy al colegio a hacer ruido con los chicos". Madre: "¿Pero no vas a molestar a los vecinos?" Pibe: "Si, yo que sé..." Madre: "Bueno andá".
Es todo una cadena de preocuparse sólo por lo que sucede en el metro cuadrado móvil en el que habito. Que mal acostumbrados que estamos. En fin, media hora después la horda salvaje decidió tomar otros rumbos que no habitaban mi campo auditivo y antes de entregarme al descanso total pensé que por un instante, sólo por un momento, había dejado de tener en cuenta lo que sucedía en mi metro cuadrado móvil. Por eso se salvó mi maceta.